[general_biol] Declaración de AGD UBA frente a la reprogramación del calendario académico

AGD EXACTAS agd at agrupaciones.fcen.uba.ar
Tue Apr 7 15:28:23 -03 2020


DECLARACIÓN DE AGD UBA FRENTE A LA REPROGRAMACIÓN DEL CALENDARIO 
ACADÉMICO

Ante la resolución del rector del 3 de abril expresamos:

1. Que en este cuadro de crisis (sanitaria, económica y social) es 
necesario que la Universidad ponga su conocimiento al servicio de las 
necesidades de la comunidad.
2. Que se suspenda toda “virtualización” forzada, esto es, impuesta por 
las autoridades de una facultad, una carrera o una cátedra sobre la 
docencia pre y universitaria.
3. Que la reprogramación propuesta sea discutida, evaluada y aprobada 
por un comité de crisis donde participen las gremiales estudiantiles, 
docentes y no docentes; evaluando el desarrollo de los acontecimientos.
4. Exigimos que en este período se prepare el retorno a las aulas, 
talleres y laboratorios con un relevamiento de la infraestructura, y que 
se doten de todos los elementos de protección, de higiene y seguridad 
necesarios. Que se dote a todas y cada una de las unidades de la UBA de 
los mismos ya que, en caso contrario se transformará en un foco de la 
pandemia.
5. Que ninguna modificación del calendario académico puede afectar 
derechos de docentes, estudiantes y no docentes. Especialmente no puede 
afectar los tres trimestres como se propone en la Resolución del 
Rectorado. Reclamamos más que nunca plena vigencia del CCT Nacional en 
la UBA, y que se respeten lo estipulado a la extensión de las jornadas 
de trabajo, tiempos de trabajo y sus modalidades. Inmediatas licencias 
para tode docente comprendide en grupos de riesgo, para aquellxs que lo 
requieran por estar al cuidado de niñes y adultes mayores o por 
cuestiones de salud.

Desde marzo el Ministerio de Educación y el Rectorado de la UBA agotaron 
los intentos por “normalizar” un año académico completamente anómalo no 
sólo en relación con la salud de la población por las consecuencias de 
la pandemia, sino también por la alteración radical de las condiciones 
de vida de docentes, estudiantes y no docentes a partir de la cuarentena 
obligatoria.

Los intentos por llevar adelante una virtualización forzada e 
improvisada se estrellaron contra la pared. En los lugares donde se 
impuso (algunas facultades, universidades nacionales) los resultados se 
han revelado inviables: docentes abrumadxs por carecer de equipamiento 
necesario, por no contar con tiempo material para transformar en virtual 
sus cursos presenciales, por apenas poder responder a las lógicas 
demandas de sus estudiantes mientras del otro lado de la pantalla 
atienden a sus hijxs o familiares a cargo. Lxs estudiantes –y esto se 
advierte en todos los niveles– tienen no solo enormes dificultades para 
conectarse (cuando logran hacerlo) o para resolver guías de trabajo que 
les caen en sus bandejas de entrada. Un 50% son trabajadores y dentro de 
elles el 70% trabajadores precarios, muchos también son cuidadores de 
menores y/o mayores a su cargo. Si ya en “tiempos normales” hay 
deserción y “fracaso” académico, en tiempos de pandemia este problema se 
agravaría todavía más.

En ese sentido, la reprogramación se impuso, como se dice, por la fuerza 
de los hechos. Sin embargo, tanto la resolución de la Secretaría de 
Políticas Universitarias como la del Rectorado –que se difundieron al 
insólito horario de un viernes a la noche– vuelven a mostrar un nivel de 
improvisación a esta altura escandaloso. Sobre todo, por dos razones 
concretas.

En primer lugar, porque habilitan a que las gestiones de cada 
universidad y de cada unidad académica elijan su propia aventura 
(desventura). Sólo tres ejemplos: Económicas anunció que continuaría con 
la virtualización forzada; Ingeniería y Exactas ratificaron que 
comenzarán sus cuatrimestres el 13/4 mediante clases virtuales, y 
Sociales adelanta que reprogramará en el período propuesto, adaptando a 
las particularidades de sus carreras. Si fuera un restaurant, 
saludaríamos el menú. ¡Pero es el sistema universitario y la UBA! Esta 
política desorganiza la vida académica (y la vida a secas) de 
estudiantes y docentes. En el caso de lxs docentes, porque la mayoría 
trabajamos en más de una facultad, universidad, nivel educativo o 
simplemente tenemos otro trabajo dado los bajos salarios que percibimos 
y las dedicaciones que tenemos (no designados, ad-honorem, siendo las 
dedicaciones simples casi el 70% de toda la planta!).

En segundo lugar, la reprogramación plantea una fecha de inicio y de 
cierre de la que se derivan dos problemas clave. Por un lado, al dar por 
supuesto que el primero de junio se podrían iniciar las clases con 
normalidad, cuando aún no se puede prever si no deberán mantenerse las 
restricciones, mucho más dadas las condiciones de masividad en la que se 
desarrollan nuestras actividades. Por el otro, quedaría fijado un 
cronograma que, en varias unidades académicas, nos obligaría a lxs 
docentes a estar en actividad permanente (incluida la virtual a como dé 
lugar) hasta enero… Un continuado de tres trimestres!

Desde AGD planteamos de inicio que, frente a la crisis sanitaria, 
humanitaria, social y económica se debían habilitar comités de crisis 
para enfrentarla, y no tomarnos a los más de 300.000 estudiantes 11.000 
no docentes y más de 40.000 docentes como “objetos” carentes de 
derechos, imponiéndonos decisiones tomadas por una minoría de forma 
inconsulta hacia el conjunto.

Frente al cuadro de crisis sanitaria y frente a la pandemia sostenemos 
que cada facultad debe ponerse a la altura de las circunstancias, 
dedicando los esfuerzos a lo más urgente: la salud en esta crisis. Los 
laboratorios y talleres de nuestras facultades pueden brindar un gran 
aporte en este contexto produciendo alcohol en gel, máscaras, 
respiradores artificiales, así como desde las especialidades de otras 
disciplinas brindar colaboración muy necesaria en esta situación 
sanitaria y de aislamiento social.

Con esa posición y frente a la resolución del Rectorado y las que 
empiezan a anticipar algunos decanatos, la AGD plantea, y llevará al 
Rectorado y a todos los decanatos, los cinco puntos planteados al inicio 
de esta declaración.

En un próximo envío haremos llegar al conjunto de nuestres afiliades un 
relevamiento para conocer las condiciones en las que se encuentran, sus 
opiniones sobre el calendario entre otros temas.


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