[general_patmo] AGD ante el anuncio de comienzo lectivo en abril
AGD EXACTAS
agd at agrupaciones.fcen.uba.ar
Mon Mar 30 15:49:03 -03 2020
AGD ANTE EL ANUNCIO DE COMIENZO LECTIVO EN ABRIL
Luego del comunicado del Rectorado, y de las distintas postergaciones
del inicio del cuatrimestre emitidas por autoridades, en estos últimos
días el conjunto de docentes de la UBA está recibiendo indicaciones, a
través de los coordinadores de cátedras, departamentos o secretarías
académicas, para comenzar el 12 de abril con un cuatrimestre virtual y
para eso se están confeccionando instructivos o kits para –nos dicen-
garantizar el cuatrimestre.
En el contexto de crisis que está atravesando todo el mundo, nuestra
prioridad es la salud de nuestro pueblo. No podemos tratar con
normalidad situaciones anormales. Todo está alterado y no podemos ser
cómplices del «como si nada», cuando nos presionan para «encender» la
maquinaria de la virtualidad en reemplazo de la presencialidad. Les
docentes no estamos exceptuados de esta situación crítica, nuestros
estudiantes y nuestro entramado social tampoco.
Dejando de lado que la educación a distancia es, desde hace mucho, un
objetivo a alcanzar extendidamente por parte de las reformas
(contrarreformas) educativas capitalistas encuadradas en el proceso de
mercantilización de la educación, porque ahorran presupuesto educativo
(menos aulas, menos infraestructura, menos docentes y no docentes),
desorganizan al conjunto de docentes y estudiantes e implican una
profundización de la flexibilidad laboral de quienes la sostienen, desde
AGD UBA en primer lugar consideramos fundamental establecer cuatro
cuestiones de base.
1-Estamos en una situación excepcional. Producto de la pandemia y la
necesaria cuarentena, la vida de lxs docentes y de lxs estudiantes se ha
alterado drásticamente. No hay experiencia reciente que reproduzca el
hecho de millones de personas enclaustradas para evitar un contagio
masivo. Ignorando eso, buscan instalar una normalización de lo que
constituye una “anormalidad” que ha parado no sólo un cuatrimestre, sino
el funcionamiento de la sociedad mundial en todos sus planos.
2- Las profundas diferencias entre la educación virtual y la presencial.
Reconocemos el lugar que ciertas herramientas virtuales ocupan hoy en
nuestros procesos educativos. Pero entendemos que esto de ninguna manera
puede reemplazar el sistema presencial que articula en un trabajo
conjunto todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por el contrario, tal
como se nos está imponiendo en este momento, la educación a distancia es
unidireccional dado que sólo es del docente al estudiante, no permite
interacción alguna y por lo tanto degrada el proceso educativo.
3-Defendemos la universidad estatal, pública y gratuita y que brinde
iguales posibilidades a quienes deciden formarse en ella. Luchamos para
que los y las estudiantes tengan garantizado todo aquello que se
requiere para tener las mismas oportunidades. El acceso al material (sea
analógico o digital) tiene que estar garantizado plena y
democráticamente para todes.
4- Aunque de manera desigual, la ausencia de preparación previa de
plataformas adecuadas, de contenidos que llevan larga elaboración, de
alfabetización tecnológica del docente, designación de tutorías, de
sistemas de evaluación, como es el caso de UBA XXI, es generalizada en
toda la UBA.
Ninguna de las cuatro condiciones está considerada o presente en la
vertiginosa “conversión” del comienzo del cuatrimestre a formato virtual
masivo que están impulsando la mayoría de las autoridades (decanatos y
rectorado).
EL CONTEXTO
Los que buscan avanzar con un inicio virtual del cuatrimeste «pase lo
que pase» pretenden ignorar las condiciones sociales de lxs estudiantes.
De los que carecen de equipamiento (o tienen que compartirlo entre todos
los “aislados” del hogar) y muchos apenas cuentan con un celular, de los
que no tienen conectividad en sus hogares, de los que comparten ahora su
vida cotidiana con otras tantas personas, de quienes no tendrán un
docente –ni siquiera un tutor presencial- para orientarlos en el proceso
de aprendizaje, de los tantísimos que no cuentan con un espacio físico
mínimo para poder concentrarse en las tareas escolares o académicas.
Ignoran las condiciones de vida de los docentes. De quienes tenemos
distintos cargos, en distintas unidades académicas (incluso en distintos
niveles educativos, como el de la educación superior). De quienes
tampoco cuentan con infraestructura, de quienes no pueden convertir una
clase presencial en una virtual en una semana. De las y los docentes
que, además, enfrentamos esta pandemia y cuarentena con las familias a
nuestro cuidado. Ignoran también que hay docentes que han quedado
varados sin poder regresar a sus hogares al instalarse el aislamiento
social preventivo y obligatorio.
Pero sí saben que no nos han capacitado para el sistema virtual y que
tampoco podremos hacerlo de acá a mitad de abril. Mientras, en pocos
días y en el caso de varias unidades académicas sin soporte virtual
institucional que lo garantice, se improvisan plataformas, cadenas de
mails, grupos de whatsapp con instructivos (“bombardeando” en algunas
cátedras las 24 hs de un domingo), en algunas facultades se solicita se
seleccione sólo 3 o 4 docentes para una capacitación “express” (¿y el
resto de la cátedra?). El pretendido acceso a plataformas virtuales
desnuda otro problema grave: les docentes sin designación -el último
eslabón de la precarización- esos cientos de ayudantes que no solo
trabajan sin salario, sino que ni siquiera se les reconoce como
docentes. En definitiva, no se puede disimular lo indisimulable: no hay
condiciones para sostener un cuatrimestre en estas condiciones.
¿EL CUATRIMESTRE?
Por otro lado, un cuatrimestre no es solo volcar contenidos, ¿qué pasa
con la evaluación? ningún estudiante debe ser evaluado en estas
condiciones. ¿Y la formación en laboratorios, trabajos de campo,
talleres, etc? Nada de eso se explica.
Lamentablemente esto se repite en otros niveles educativos. Las redes
sociales –precisamente ese mundo digital al que ahora nos invitan como
la salida a todos los problemas– estallan con las declaraciones de
padres que indican la imposibilidad no sólo de sus hijos de llevar
adelante las tareas sino de algo anterior: la imposibilidad de poder
conectarse con sus escuelas. Estallan las voces de los docentes que
exhiben las orientaciones, instructivos, sugerencias, etc., que emanan
las autoridades educativas de distintas jurisdicciones para revelar un
dislate: no saben qué decir, ni qué proponer. Por tanto, plantean a los
docentes, a los estudiantes, a las familias, que… hagan lo que puedan.
LAS HERRAMIENTAS DIGITALES
La educación a distancia y la virtual suponen, para ser hechas
seriamente, que les docentes tengamos una formación específica que no
todes tenemos y que, de hecho, en general las patronales universitarias
no proveen. Tampoco se nos provee con la infraestructura y las
herramientas apropiadas. Creer que las clases presenciales estándar,
desarrolladas sobre la base material de la interacción docente
–estudiante y estudiante-estudiante y el dispositivo del pizarrón o
pizarra (que no es reemplazable por completo por un archivo digital) se
reemplazan por un conjunto de emails y el uso de una plataforma para
subir material bibliográfico y guías de estudio es desconocer el trabajo
docente que realizamos. Rechazamos la concepción instrumental o
tecnocrática de la docencia y del docente.
Rechazamos esta farsa educativa. Como se dice para otras ocasiones
igualmente graves: no, en nuestro nombre.
Semejante propósito, además, constituye motivo de discusión paritaria
porque afecta condiciones laborales, como pasa con cualquier trabajador
al que le alteran sus condiciones.
LA CAPACITACIÓN OBLIGATORIA SOBRE TEMÁTICAS DE GÉNERO
En este contexto es que rechazamos también que se intente llevar
adelante un curso de formación en temáticas de género de manera
obligatoria. Nuestro sindicato es parte del movimiento de mujeres y
disidencias que lucha contra la violencia y la discriminación sexista,
apoyamos la Ley Micaela y no desconocemos los cuantiosos ejemplos en que
funcionaries de la UBA desoyen denuncias y reclamos o intentan desviar
cuando se trata de miembros de su propio sector. Sin embargo,
consideramos que esta capacitación, si pretende ser seria, debería
realizarse como capacitación en servicio y cuando realmente se normalice
la situación, respetando el Convenio Colectivo de Trabajo.
NUESTROS ESTUDIANTES
Invitamos a las y los docentes a establecer contacto con sus estudiantes
(en la medida de lo posible), a acercarles programas, a compartir una
serie de lecturas o guías, orientar sobre la bibliografía. Entre otras
razones, porque sostener ese vínculo, en estas condiciones de
aislamiento social, no sólo es saludable para todes, sino también
necesario para el vínculo de les estudiantes con nuestra universidad.
NO A LAS PRESIONES, PONGAMOS EN FOCO LO IMPORTANTE
Rechazamos la presión que están sufriendo muchos de nuestros afiliados
en esta situación para ser los “responsables” de una normalidad que no
existe por ningún lado.
Y llamamos a todos nuestros compañeros a rechazar las imposiciones de
quienes quieren llevarnos al como si: como si nosotros diéramos clase,
como si nuestres estudiantes aprendieran, como si elles gestionaran un
sistema educativo normalizado.
Llamamos por lo mismo a todas las organizaciones estudiantiles a sumar
su voz en esta dirección.
AGD UBA
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