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Sun Mar 15 15:08:07 -03 2020


Coronavirus en la UBA

A partir de los primeros casos de CoVid19 en nuestro país, comenzaron a
circular distintas versiones acerca la suspensión o no de clases en la
UBA. Bajo la recomendación de un conjunto de profesores e investigadores
de la Facultad de Medicina, el viernes 13 trascendió que la Universidad
iba a suspender el inicio de clases hasta el 13/4.

Sin embargo, antes de que hubiera una confirmación oficial por parte del
Rectorado, tuvo lugar una conferencia de prensa del Ministro de
Educación Nicolás Trotta en conjunto con el Ministro de Salud Ginés
González García, luego de una reunión con el Consejo Interuniversitario
Nacional y representantes sindicales. En ella, los ministros aseguraron
que había "unanimidad" para el comienzo de las clases en todos los
niveles en línea con los planteos del propio Alberto Fernández de que no
era el momento de tomar medidas "drásticas" para frenar el contagio y el
aumento de casos y que la prevención debía garantizarse aumentando las
medidas de higiene. El supuesto en el ámbito educativo se demostró
rápidamente falso con el anuncio de suspensión en diversas casas de
estudio y unidades académicas. Según reconoció el propio Barbieri, el
Gobierno Nacional le habría solicitado al rectorado que diera comienzo
normal al ciclo lectivo. 

En el medio de la incertidumbre generalizada, se convocó a una sesión
extraordinaria de Consejo Directivo en Exactas. En la misma, el decano
Reboreda anunció que se ponía a consideración un proyecto que estipulaba
el corrimiento del calendario académico del 16/3 al 30/3. Según comentó
el decano, esta decisión se basaba en las recomendaciones del consejo de
expertos de la Facultad de Medicina. De esta forma, el planteo del
gobierno nacional de que no era necesario suspender las clases en ningún
nivel quedaba en los hechos desestimado. De manera lamentable, la nueva
mayoría estudiantil (Identidad - La Cámpora), alineada con el Gobierno
Nacional, intentó modificar el proyecto (en sus considerandos) para
hacer pasar que esto iba en línea con las disposiciones de Trotta y
Ginés. Frente a nuestro rechazo, esas modificaciones fueron incluso
desestimadas por el resto de los claustros del oficialismo (ADU y SUMA)
al que esta agrupación pertenece.

Finalmente, durante el fin de semana salió una resolución formal de la
UBA donde se plantea la suspensión de todas las actividades presenciales
hasta el 13/4, en sintonía con el giro del propio gobierno nacional
frente a las presiones. En dicha resolución, sin embargo, se plantea que
las instancias presenciales deberán reemplazarse con "modalidades
virtuales". 

De manera sorpresiva, la Facultad envió un mail en el que menciona que
"se ha modificado el inicio de las clases presenciales" hasta el 30 de
marzo. Esto daría a lugar a que cada departamento y materia decida si
procede a comenzar las clases de manera virtual. Eso no fue lo votado en
el CD, y de hecho desde nuestra minoría de graduados preguntamos
explícitamente si se pensaba migrar a un esquema virtual, a lo cual el
Decano nos contestó que no se estaba teniendo eso en consideración.

 Dictado de clases virtuales: quién lo garantiza?

Actualmente no están dadas las condiciones en muchas materias de la
FCEyN (lo mismo ocurre en toda la UBA) para sostener un dictado virtual
de las clases que permita respetar los contenidos y garantizar el
proceso pedagógico. Frente a las consultas de los/as docentes, los
propios Departamentos están respondiendo que no podrán proveer soporte
ni asesoramiento técnico para garantizar los contenidos virtuales. De
esta forma, las tareas recaen sobre los/as docentes cuando falta un día
para el inicio de clases previsto. 

Desde El Transformador entendemos que la Facultad y la Universidad deben
hacerse responsables de las decisiones que se han tomado. Rechazamos que
nuevamente se pretenda que sean les docentes, con salarios devaluados y
en muchos casos sobrecargados/as de tareas, sean quienes deban dar una
solución frente a la postergación del inicio de clases. En particular,
cuando por el momento no corre peligro el dictado del cuatrimestre. Las
autoridades deben exigir al gobierno partidas presupuestarias que
permitan lidiar con esta situación, proveyendo las herramientas
necesarias en caso de que efectivamente el dictado presencial deba ser
reemplazado por contenidos virtuales. 

 La situación del Jardín y la investigación

Desde nuestro lugar en el Consejo Directivo, colocamos dos cuestiones
que nos resultan preocupantes. Por un lado, creemos que es necesario
abrir un debate respecto a a la decisión del Decanato de mantener
abierto el Jardín de la Facultad junto a les docentes y trabajadores del
mismo y los padres/madres. El argumento utilizado para mantenerlo
abierto fue que el impacto (a nivel contagio y sintomático) es menor en
los niños. Sin embargo, los niños pueden facilitar la circulación
intrafamiliarmente e incluso poner en peligro a los mismos docentes del
Jardín (o al revés). Hay casos en otros países (en estadíos similares de
la enfermedad al nuestro) donde hubo contagio en jardines de infantes y
ahora ya directamente han cerrado los institutos educativos infantiles.
Frente a las novedades que han circulado durante el fin de semana de que
el gobierno daría marcha atrás con su política inicial y anunciaría
mañana lunes la suspensión de clases en todos los niveles, consideramos
que la decisión de mantener abierto el Jardín Mi Pequeña Ciudad debería
ser reevaluada en un debate que involucre al conjunto de su comunidad.

Por otro lado, enfatizamos en que sería importante asegurar que las
actividades de investigación tengan carácter optativo y no obligatorio.
Entendemos que no se puede obligar a nadie a viajar y concurrir a la
Facultad en el actual contexto, en particular a aquellas personas que
forman parte de grupos de riesgo o que conviven con alguien en dicha
situación. Si bien las autoridades plantearon que saldría una resolución
de Secretaría de Hábitat en ese sentido, no quisieron agregarlo en el
proyecto de resolución que fue finalmente aprobado. Llamamos además la
atención sobre este punto porque creemos que forma parte de una
concepción nefasta de las labores científicas que coloca las condiciones
laborales y la salud de los trabajadores/as como elementos secundarios
frente a la "necesidad" de continuar investigando a cualquier costo. 

Sin presupuesto 2020 ¿hay garantía de condiciones de salud e higiene?

La crisis desatada por el CoVid19 volvió a poner sobre la mesa la crusis
económica que atraviesan el país y la educación pública. Poniendo en
primer lugar el cumplimiento con bonistas y el FMI, el Gobierno Nacional
ha decidido prorrogar el Presupuesto 2019 para el corriente año, lo cual
implica un brutal ajuste sobre la Educación. El presupuesto
universitario 2019 era ya de por sí de ajuste, con un aumento del 30%
respecto al Presupuesto 2018 en un año con más del 50% de inflación.

Este presupuesto es totalmente insuficiente para garantizar las normas
de higiene básicas como poder lavarse las manos. El rector de la
Universidad parece desconocer la situación edilicia, laboral, de estudio
y de higiene que tenemos hoy en día en las distintas facultades y sedes
del CBC de la UBA. Baños sin agua ni jabón -ni que hablar de alcohol en
gel-,  algunos clausurados por falta de mantenimiento, aulas
superpobladas (la segunda recomendación de la OMS es evitar la cercanía
ante la proliferación del virus), en muchos casos con nula ventilación,
entre otras cosas a destacar. La UBA, en las condiciones actuales, es
una garantía para que la enfermedad continúe con su curva exponencial. 

Recientemente, el decano de la Facultad anunció algunas medidas para
paliar el avance del virus en la Facultad. La primer medida fue que
todos los baños cuenten con jabón, y que se instalen dispensers de
alcohol en gel y secamanos. Ilustra esto la alarmante situación
presupuestaria: sólo una pandemia hace que lavarnos las manos sea un
derecho. Por otro lado, no queda claro que en la situación actual
contemos de condiciones de limpieza adecuadas en todos los baños,
laboratorios y aulas de los dos pabellones como para prevenir el
contagio (como sugieren las normas mencionadas). 

 ¿Qué reclamamos?

Desde El Transformador consideramos que el aplazamiento del inicio de
clases como medida preventiva frente a esta crisis de salud pública
resulta fundamental. Tomando nota de la situación en otros países, no es
razonable esperar a que aumente el número de casos para tomar medidas
básicas para proteger la salud de la población, en particular de los
grupos de riesgo. Denunciamos que esta situación de emergencia se vea
agravada por la continuidad de políticas que ponen en primer lugar el
pago a los bonistas y al FMI, vaciando los presupuestos de Salud y
Educación. En el caso de Salud, esto provoca que los Hospitales Públicos
(aún con las mencionadas partidas extra de $1700 millones) carezcan de
herramientas e insumos para afrontar la creciente demanda de atención
producto de la pandemia. Respecto a Educación, el recorte de presupuesto
resulta en centros educativos (colegios y facultades) que carecen las
medidas de higiene necesarias para evitar el contagio del virus, a la
vez que sue herramientas e insumos para afrontar la creciente demanda de
atención producto de la pandemia.

Reclamamos:

- Más presupuesto para las Universidades Nacionales
- Refuerzo de limpieza en baños, aulas y laboratorios
- Suspensión de las clases de todos los niveles educativos (jardín hasta
universitario) hasta el 13/4 con reevaluación de acuerdo a la evaluación
del cuadro epidemiológico

-- 
El Transformador
Docentes, investigadores/as y graduados/as FCEyN
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