[general_biol] Sobre el comienzo “virtual” de las clases en la FCEN

AGD EXACTAS agd at agrupaciones.fcen.uba.ar
Wed Mar 25 10:11:04 -03 2020


SOBRE EL COMIENZO "VIRTUAL" DE LAS CLASES EN LA FCEYN

El domingo 22 de marzo, en el marco de la cuarentena obligatoria 
establecida por el gobierno nacional, la Secretaría Académica de la 
FCEyN envió un mail a estudiantes y docentes donde informaba que el día 
13 de abril se daría comienzo al cuatrimestre comenzaría con las clases 
presenciales o, de no ser posible, bajo la modalidad a distancia y que 
para ello se estaba llevando a cabo un “relevamiento” acerca de las 
materias que podrían dictarse bajo esta modalidad.
Si bien todxs aspiramos a poder retomar las clases lo antes posible, y a 
que los estudiantes no pierdan el cuatrimestre, nos genera cierta 
preocupación que las autoridades de la Facultad estén manejando la 
situación con escasa rigurosidad.

La pandemia que enfrenta la humanidad, que ha generado miles de muertxs 
en el mundo y cuyas cifras siguen aumentando a ritmos alarmantes, ha 
modificado dramáticamente las formas de vida de la población del país y 
del mundo. Las medidas que debemos enfrentar para superarla y continuar 
con nuestra vida requieren de organización y claridad en la 
planificación en las tareas a realizar. Por lo tanto, desde AGD FCEyN 
manifestamos nuestra preocupación frente a las resoluciones anunciadas 
desde la gestión de la FCEyN y del rectorado de la UBA.


TRABAJAR DURANTE LA CUARENTENA SIN ESPACIOS NI RECURSOS, UNA TAREA 
IRREALIZABLE

Tanto docentes como estudiantes hemos visto las actividades, la vida 
personal y familiar profundamente alteradas por la cuarentena 
obligatoria. Nuestras casas se han convertido en un espacio compartido 
con nuestrxs hijxs y familia, así como el lugar de ocio, descanso, 
trabajo y estudio de todxs lxs habitantes de las mismas. A su vez muchxs 
de lxs docentes nos encontramos al cuidado de adultxs mayores o de 
población vulnerable (o inclusive de familiares enfermxs) que no 
deberían salir de sus casas a comprar alimentos, medicamentos o 
elementos de limpieza del hogar, por ningún motivo.

Para lxs docentes dar clases bajo la modalidad a distancia en estas 
condiciones implicaría una condición de precarización aún mayores de 
nuestras condiciones laborales y habitacionales, lo cual no es tenido en 
cuenta por la gestión de la facultad y en los relevamientos que están 
llevando a cabo los departamentos para dictar las materias.

Por otro lado, muchxs docentes no contamos en nuestras viviendas con 
elementos como pizarrones, micrófonos o cámaras web para desarrollar 
videos aceptables, e inclusive no contamos con una espacio específico de 
nuestras casas para “dar una clase”, en silencio o con la posibilidad de 
interactuar con nuestrxs estudiantes, acorde a la demanda que se estaría 
planteando.

Esta modalidad requiere que contemplemos a nuestrxs estudiantes, ya que 
no todxs cuentan en sus hogares con conectividad a internet y con los 
dispositivos tecnológicos necesarios para abordar este tipo de 
modalidad. No contemplar esto implicará un golpe para aquellxs 
estudiantes que no puedan acceder a las condiciones materiales y 
recursos necesarios que requerirá la modalidad a distancia que de esta 
manera, perderán una buena parte del cuatrimestre. Este desconocimiento 
de la situación material de distintxs estudiantes (y también docentes) 
favorece la reproducción de desigualdades por el acceso al conocimiento 
y perjudica sensiblemente a los sectores que no cuenten con estos 
recursos. La facultad debería relevar rápidamente las condiciones de lxs 
estudiantes para conocer si estarán en situación de poder seguir esta 
modalidad o será excluyente para un porcentaje de lxs mismxs.


LA PREOCUPACIÓN SOBRE LA ENSEÑANZA DEBE ESTAR ACOMPAÑADA POR 
CAPACITACIÓN DOCENTE Y UN ANÁLISIS RIGUROSO SOBRE LA ORGANIZACIÓN DE LAS 
MATERIAS

Al día de la fecha no hay ninguna precisión acerca de la capacitación en 
diseño y armado de cursos virtuales, ni de estructuración de los 
contenidos, que recibiríamos lxs docentes de la facultad (solo se 
mencionaron informalmente espacios de asesorías virtuales). Esto 
implicaría que los cursos a distancia -en muchos casos- simplemente 
reproduzcan la modalidad de los cursos presenciales (cursos donde se 
suben videos con tutoriales, guías u orientaciones teóricas, y luego se 
demanda a lxs estudiantes que resuelvan las guías prácticas por su 
cuenta y se los evalúa), los cuales se caracterizan por tener una alta 
deserción y una baja tasa de aprobación por parte de lxs estudiantes. 
Evitar que se produzca esto requiere desarrollar un acompañamiento 
periódico por parte de lxs docentes y una red de contención que permita 
que la continuidad de la cursada no recaiga con exclusividad sobre el/la 
alumnx, algo para lo cual no estamos preparados y que implicará una 
sobrecarga en las tareas docentes.

Numerosas clases de distintas materias de la facultad se caracterizan 
por estar centradas en el discurso del/la docente, por lo que lxs 
docentes de la facultad, en su gran mayoría, no hemos explorado nunca 
esta reformulación de la modalidad de clases. En el relevamiento que 
están realizando los departamentos, este elemento no está ni siquiera 
contemplado, ya que las preguntas del relevamiento eran más que 
sucintas, se podía responder sí o no, y solo agregar un breve 
comentario. Por todo esto, para la correcta planificación, el diseño e 
implementación de este tipo de cursos a distancia, lxs docentes 
deberíamos recibir una verdadera capacitación docente (algo que menciona 
el convenio colectivo de trabajo que la UBA se niega a aplicar) y no 
simplemente asesorías, tutoriales, consejos o “tips” sobre como armar 
los cursos a distancia.

Además, las carreras de nuestra facultad cuentan en muchos casos con 
instancias de trabajos prácticos o de laboratorio fundamentales para la 
formación de lxs futurxs egresadxs.  En algunos departamentos, el 
relevamiento acerca de cuáles materias podrían darse o no, estuvo 
acompañado de “sugerencias” de recortes de contenidos o inclusive de 
eliminación de instancias prácticas o de laboratorio. Con el afán de no 
perder el cuatrimestre, en muchos casos se sugirió la posibilidad de dar 
materias “light” sin temas fundamentales para la formación, pues de otra 
forma no podrían dictarse, o inclusive se recomendó no considerar las 
correlatividades a dichas materias. El recorte de contenidos 
fundamentales en estas materias repercutirá negativamente en el 
aprendizaje de lxs estudiantes, que en el futuro deberán afrontar 
materias sin haber trabajado los contenidos correlativos 
correspondientes.


LOS DOCENTES ANTE LA INCERTIDUMBRE DE NO TENER NINGUNA INFORMACIÓN SOBRE 
CUÁLES SERÁN NUESTRAS TAREAS

La secretaría académica manifiesta estar realizando un relevamiento 
sobre qué materias podrían o no podrían darse bajo la modalidad a 
distancia. Este relevamiento, en muchos de los departamentos, implicó 
que lxs auxiliares de las materias relevadas fueran consultadxs sobre si 
ellxs mismxs estarían o no de acuerdo con este tipo de modalidad. Pero 
¿cómo podemos aceptar o rechazar la participación en una materia si 
desconocemos por completo cuál será el formato y la modalidad de las 
materias a dictar, las tareas que deberíamos llevar a cabo durante el 
curso o el formato que tendrían las clases? Ni los docentes auxiliares 
ni los profesores que están a cargo de las materias a dictar contamos 
con ninguna precisión acerca de cómo será la implementación de esta 
modalidad a distancia. Es necesario escuchar las voces y las opiniones 
del conjunto de lxs docentes y no solamente consultar por sí o por no 
por a los departamentos sobre aquellas materias que podrían funcionar 
con la modalidad a distancia.


LA IMPROVISACIÓN COMO SALIDA NO ES UNA SALIDA Y RECAERÁ SOBRE LOS 
DOCENTES

La improvisación y falta de precisiones de parte de la gestión de la 
facultad y del rectorado de la UBA es preocupante, más aún cuando no 
queda claro si el gobierno tomará nuevas medidas una vez terminada la 
cuarentena actual o decidirá continuar con la misma. La sensación de 
supuesta normalidad que pretenden instalar, en medio de una situación 
donde toda la atención está concentrada en contener el contagio del 
covid-19 y cuidar al máximo la salud de la población, es realmente 
preocupante. Para el rectorado de la UBA y la gestión de la FCEyN, 
pareciera ser que todo transcurre como antes de la pandemia, con la 
única salvedad que no estaríamos asistiendo a la facultad.

Desde AGD FCEyN queremos manifestar nuestra preocupación, a tres semanas 
del comienzo de clases y en esta situación tan compleja, sobre la forma 
improvisada en que se está planteando el comienzo del cuatrimestre y el 
dictado de clases con la modalidad a distancia.

Nuestro compromiso con la educación pública, gratuita y de calidad es 
indiscutible, fundamentalmente en esta difícil etapa que nos toca 
transitar a trabajadorxs de la educación y estudiantes. Garantizar el 
dictado de materias en esas condiciones, evitando eliminar contenidos, 
abarcando al conjunto de lxs estudiantes para evitar la desigualdad en 
el acceso al conocimiento, es una tarea compleja. Por esa razón 
consideramos indispensable que se detalle la organización que tendrá el 
dictado de las materias, los recursos materiales y herramientas 
virtuales que garantizará la facultad, la precisión acerca de las tareas 
que desarrollaremos -si es que el cuatrimestre efectivamente comienza- 
cada unx de lxs trabajadorxs docentes de acuerdo a nuestra dedicación, 
las medidas de higiene que se tomarán en caso que el cuatrimestre 
comience en forma presencial para proteger nuestra salud, y una 
verdadera capacitación docente acorde a la tarea que se nos demanda.


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