[general_mate] Declaración de la AGD sobre la situación de la UBA en tiempos de pandemia y virtualización forzada
AGD EXACTAS
agd at agrupaciones.fcen.uba.ar
Thu May 14 18:24:55 -03 2020
Declaración de la AGD sobre la situación de la UBA en tiempos de
pandemia y virtualización forzada
El rectorado y los decanos (salvo contadas excepciones) deciden sin
convocar a los gremios. Siguen presionando por una virtualización
forzada y sin dar respuesta al conjunto de los reclamos de los docentes.
Exigimos la conformación de Comités de Crisis, paritarios, en la UBA y
en todas las unidades académicas donde todavía no se hayan constituido.
Desde AGD UBA planteamos, al inicio de la pandemia, que las presiones
por abordar precipitada e intempestivamente la enseñanza a distancia en
el contexto de la pandemia eran una impostura (un “como sí”),
desestimando la crisis sanitaria, humanitaria, social y económica del
mundo y nuestro país.
Dijimos además que implicaría una presión de autoridades sobre las
condiciones de trabajo de lxs docentes y un mecanismo que dejaría afuera
de la cursada a estudiantes que no cuentan con equipamiento, con las
condiciones ambientales mínimas o directamente no pueden sostener un
contacto por medios digitales.
Denunciamos asimismo que el pasaje de un acompañamiento virtual a la
imposición de una virtualidad (forzada) empalma también con la
estrategia a largo plazo de las orientaciones privatistas y
precarizadoras de la educación pública en Argentina, en América Latina y
en el mundo entero. Una oportunidad histórica para los que entienden a
la educación como un gasto.
Una clase en el aula es una relación social, presencial, con horarios
establecidos, en un ámbito creado a tal efecto, donde el intercambio
colectivo entre docentes y alumnos potencia la enseñanza. Ya en
situaciones normales –y así lo denunciamos desde hace décadas- asistimos
a una precarización educativa y laboral, a deserción estudiantil
(planteada como “fracasos” académicos) en diversas áreas. De imponerse
la virtualización, este cuadro se agravará todavía más. Consideramos
primordial analizar colectivamente el escenario que se avecina y que
requiere, para su abordaje, de acuerdos y reflexiones previas.
¿En qué situación estamos?
El Rector Barbieri resolvió la reprogramación del calendario académico
2020, estableciendo su reinicio el 1 de junio y extendiéndolo hasta el
21 de marzo de 2021, aunque no todas las Unidades Académicas se
expidieron al respecto y algunas han resuelto que el calendario 2020 no
se extenderá más allá del año en curso. A pesar de estar a casi dos
semanas de esa fecha, la evaluación de la pandemia, los comunicados
oficiales y la posición de especialistas, demuestran la imposibilidad de
que ello implique el retorno masivo a las aulas. Todxs, incluso las
autoridades, sabíamos esto. La reciente resolución del Rector (12/5/20)
ratifica que no estarán dadas las condiciones para un inicio presencial
en junio. Al mismo tiempo, condicionado por el cuadro general, el
Rectorado se ve obligado a recoger una demanda del movimiento
estudiantil y de la AGD: la no penalización a lxs estudiantes en
relación con las correlatividades y la regularidad como estudiante de la
UBA.
Por este motivo, y con excepciones, las autoridades de la UBA, de
unidades académicas y colegios han redoblado las presiones sobre
cátedras y docentes para garantizar un cuatrimestre virtual “a como dé
lugar”.
Los resultados están a la vista: sobrecarga de trabajo, estrés laboral y
todos los costos por los insumos que se requieren a cargo del docente,
de un lado; desconexión por parte de la mayor parte de los estudiantes
(entre quienes logran conectarse). Esta situación se repite en
prácticamente todas las universidades nacionales y –según puede leerse
en la prensa internacional- en las del mundo entero. Con la encuesta que
lanzamos y que llamamos a completar, esperamos contar con más datos
acerca de cómo se han alterado nuestras condiciones de trabajo y de
enseñanza en función de redoblar nuestra exigencia de respeto a los
derechos laborales. Se pretende descargar sobre docentes y estudiantes
la responsabilidad de garantizar un cuatrimestre virtualizado, en medio
de una pandemia que ha alterado nuestra vida cotidiana. Somos claros en
esto: no somos ni los docentes ni los estudiantes los responsables de
que no existan las condiciones mínimas para garantizar una normalidad
académica (virtual y forzosa) cuando toda la situación es completamente
anómala.
¿Cuál es la salida?
Primero, la salida no es con esta virtualidad (forzada e improvisada):
No puede ser la continuación de esta impostura que degrada la enseñanza,
sobrecarga la tarea docente y excluye en buena medida al estudiantado.
La salida es la defensa de la universidad y la educación públicas, del
trabajo docente y del derecho a la educación de las y los estudiantes. Y
debe ser en acuerdo con todos los sectores que hacemos la universidad a
diario.
Por eso, proponemos:
1. Que la UBA, sus unidades académicas, en lugar de forzar a una
virtualización inviable, pongan sus conocimientos, su pensamiento
crítico, sus investigaciones, al servicio del pueblo y los trabajadorxs
para contribuir a una salida de la crisis sanitaria, social,
humanitaria, que atravesamos.
2. Que los fondos públicos se destinen no al pago de la deuda externa
usuraria sino a financiar el sistema de salud, Incluidas partidas
especiales para nuestras quebradas obras sociales -desfinanciadas por
los bajos salarios y que son las que deben atender nuestra salud también
durante la pandemia-, a incrementar subsidios y becas para quienes nada
tienen, al presupuesto para la educación y la universidad pública.
3. Que toda resolución tanto sobre las modalidades de continuidad de
este cuatrimestre como sobre el calendario académico, cuando estén
garantizadas las condiciones sanitarias generales, sea el resultado del
más amplio debate entre representaciones de docentes, estudiantes y no
docentes, en cada lugar de trabajo respetando los convenios colectivos
de trabajo y los derechos de lxs estudiantes.
4. Que lxs docentes ejerzan su derecho a las dispensas establecidas por
el Ejecutivo y Ministerio de Trabajo y las licencias consagradas en el
CCT. Que se designen de manera inmediata todos los docentes interinos o
suplentes, y se prorroguen todos los nombramientos interinos, allí donde
todavía estén pendientes. Que se renueven todos los cargos ad honorem y
las prórrogas a las excepciones por el art.72 del Estatuto.
5. Que en las tareas de acompañamiento o vínculo pedagógico se respete
plenamente el cargo, la dedicación, los días y horarios de trabajo
habitual. Que ningún docente ad honorem sea obligadx a realizar tarea
alguna. Que cualquier costo de insumo o equipamiento sea provisto por la
universidad.6. Que todo acompañamiento o vínculo pedagógico, mientras
dure la 6. Que el Ministerio, el Rectorado y las autoridades de cada
unidad académica dispongan, faciliten o entreguen el equipamiento,
conectividad gratuita. Mayor cantidad de becas e incremento de las
mismas para estudiantes, a fin de posibilitar el optativo acompañamiento
virtual.
7. Que no haya exámenes que definan calificaciones y acreditaciones,
mientras dure la cuarentena, porque no están dadas las condiciones
mínimas para una calificación del proceso de aprendizaje, como lo
afirmara el propio ministro Trotta. La posible calificación, en las
actuales condiciones materiales, supondría una mayor sobrecarga para lxs
docentes y terminaría por consagrar la deserción y el “fracaso” de
aquellxs estudiantes que no pudieron conectarse o lo han podido hacer
muy limitadamente.
8. Que, atendiendo a la situación de excepcionalidad, a las limitaciones
de gran parte de lxs estudiantes (por falta de equipamiento,
conectividad, condiciones ambientales y familiares), se regularice la
condición administrativa de lxs estudiantes inscriptxs y que sean los
comités de crisis integrados, paritariamente por representaciones de
docentes y estudiantes los que resuelvan el instrumento de evaluación
presencial más adecuado en los casos por los que se haya optado por
participar, por docentes y estudiantes, en alguna metodología de
acompañamiento o vínculo pedagógico.
9. Que las posibles instancias de evaluación presencial, cuando estén
establecidas las condiciones para ello, se resuelvan sobre la base de
respetar los derechos de lxs estudiantes, lxs no docentes y lxs
docentes.
Con este programa, la AGD UBA abre una deliberación colectiva entre la
docencia de la UBA y contribuye a un debate más extendido en el conjunto
del sistema universitario nacional.
Declaración de MESA EJECUTIVA de AGD UBA (aprobada por mayoría)
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